martes, 31 de mayo de 2011

Mirada Personal

Un pedazo de ¿qué? regalas
acaso el vacío que se intenta llenar.
O el lienzo inconcluso o la canción no escuchada
aquello que de mi pende en la agonía del espejo,
del reflejo que no vi.

Entrar sin ver que estaba habitado
que para ver hace falta más que los ojos.
Uno dos tres cuatro caballos
un dos tres cuatro aromas
y nosotros en disputa que para eso vinimos.

Que para eso renunciamos y en mesa servida
nos pellizcamos nos damos patadas,
también lo hicimos cuando niños y nadie dijo nada,
entonces callo abro escucho
así la letra, se pronuncia, se eleva y viaja.

Más que una mesa un rasquido en el suelo
nos vendría bien.
El infinito no tiene mucho tiempo y
sería bien visto
que te vistas de eficiente.

Lo de afuera aún está afuera
y lo íntimo no termina de ponerse la ropa.
¿En donde se juntan? y ¿cuando digo por Dios?
que a esta fiesta le falta música aún,
cuidado con el flautista cazaratones.

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