domingo, 23 de mayo de 2010

Pronóstico del Tiempo

Anoche hizo como que iba a llover,ahora la amenaza venía desde arriba.Un tanto antes
hice como que me preparaba para el aguacero,que bella palabra:me suena a mi abuelo mirando hacia el norte con sus grandes ojos sabios y sombríos.

Hice entonces como que me praparaba, guardé lo seco en los seco, limpié los cauces, barrí lo caído. Mis perros me miraban angustiados, a ellos no les gusta la lluvia, ya ese inevitable aroma a humedad penetraba hasta sus pulmones revolviédoles la quietud.
La mezcla de atardecer y nubarrones me aceleró el paso, repasé todo una y otra vez, quedó todo ordenadito, el suelo limpio como los cauces, abiertos, ansiosos, lo que se venía no era cualquier cosa, era Agua y con mayúscula.
Arropé con leña seca la casa, y en silencio me envolví en un cuento, doce páginas anduve y me cambié de sueño. No recuerdo detalles, sólo la angustia de no llegar al final, así como en un paso en falso, cayendo al abismo y en susto abrir los ojos.
Al regreso me encontré tirado en el sofá, un libro en el suelo a medio empezar, el fuego tosía quejumbroso, a punto de morir.
Por la ventana, miré hacia afuera pensando en mi abuelo, quien tanto sabía de esto, noventa y siete años y su piel envejecida eran una gruesa capa de vida, hojas sobre hojas escritas a mano, sin mucho libro.
Vi a mis perros mirando a la espera, allí entones decidí salir con la cara hacia el cielo, lejos de mis pies que a esa altura ya eran barro, sentí derramarse la vida por mi, por mi chuzo pelo vencido.Levanté mis manos en gesto de abrazo, me arrimé al centro de la nada, quedé entonces desnudo. Ahí aparecieron mis perros en frenética carrera,pintando de barro mi cuerpo desnudo, entonces me acordé de mi abuelo y de sus hojas escritas a mano.
Mañana dicen que va a ser un día de sol...

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