sábado, 29 de mayo de 2010

SIN OPCION

Entonces palabra ya no es un dibujo,
se muere dolorosamente
la caligrafía,
se derrumba
el lecho blanco y tranquilo de la letra,
se transforma en féretro temprano e
insolente.

La imagen desecha la silueta y duplica el sonido,
se exagera el tacto,
ahora si que las manos comienzan
donde empieza el mundo o donde termina el hombre,
y allí no se necesitan lentes
se cambian las miradas por caricias.
Textura , música, llaga y ruido.

Caminar a tientas es orden perentoria
o la muerte ya no es sorpresa.

No hay comentarios: